10 de noviembre de 2012

Boticas populares : ¿Solución o riesgo?




Boticas populares o´´farmacias del pueblo´´ están diseminadas por toda la geografía nacional, son centros de expendio de medicamentos esenciales, dirigidos a  los sectores más deprimidos económicamente de nuestro país.

Estos establecimientos son gerenciados por el  Programa de Medicamentos Esenciales, (PROMESE), creado mediante decreto presidencial en el año 1984, como respuesta a los altos costos de los medicamentos, sobre todo para las personas de bajos ingresos.
En sus inicios esta institución estatal se encargaba de servir y atender los requerimientos de los medicamentos de uso común (esenciales), a los hospitales públicos, subcentros, clínicas rurales, boticas populares, hospitales militares y también a los hospitales del IDSS, (Instituto Dominicano del Seguro Social).

En la actualidad, esa función de abastecer medicamentos, incluye otros insumos sanitarios, como reactivos de laboratorio y otros, e incluye ahora a todas las instituciones de salud que se encuentran bajo la responsabilidad del estado dominicano en el sistema público nacional de salud. Por eso hoy se denomina PROMESE/CAL, al convertirse en una central de apoyo logístico.
En cuanto a la calidad de los medicamentos e insumos que se manejan es esta institución, no podemos precisar su nivel, por no tener elementos de juicio probatorios de ello.

 Pero, al hacer un análisis simple de la función social que desempeña esta entidad estatal, con su red de ´´farmacias del pueblo´´ es valorada como encomiable, relevante y efectiva, pues, ciertamente llegan a bajo costo los medicamentos a la población más pobre de la nación, Pero lo mismo no podemos afirmar en cuanto a las reglamentaciones internas en lo referente al despacho de medicinas a los usuarios, puesto que, en la práctica no existe restricción para adquirir cualquier clase de medicamento ni se requiere  indicación médica, no importa la cantidad.  

Este descontrol en la obtención de medicamentos, por demás a bajo costo, unido a los deficientes niveles de formación e instrucción sobre educación en salud, de un amplio segmento de la población y teniendo en cuenta  la cultura dominicana de todos creerse medico para hacer diagnóstico y prescribir tratamientos, ha producido un aumento de la automedicación en la población.  

Existen medicamentos que utilizados inadecuadamente se convierten en armas de doble filo, pues lejos de resolver un problema o trastorno de salud pueden agravarlo e incluso provocarle daños irreversibles como podría ser la muerte.

Es preciso que las autoridades correspondientes revisen el funcionamiento de estos centros de expendio de medicamentos y apliquen los correctivos de lugar, para que esta institución cumpla efectivamente su rol de proporcionar medicamentos e insumos a bajo costo pero sin riesgos.
 Para que no nos preguntemos: boticas populares¿solución o riesgo?

Octubre /2012
                                                                                                       

 Autor :
Dr.William Hernández Basilio
Medico-Epidemiólogo